
Actualizado el martes, 3 diciembre, 2019
Visitar la Iglesia de la Natividad en Belén
Dentro de los lugares de mayor interés para la cristiandad en Tierra Santa está, sin duda, la Iglesia de la Natividad que se encuentra, como tradicionalmente se ha creído, en Belén, una ciudad palestina situada en el centro de Cisjordania, que dista de Jerusalén tan solo 16 km lo que facilita la peregrinación entre ambas ciudades. Desde la estación de autobuses de Jerusalén, HaNavi’im Terminal, salen autobuses cada 30 minutos con dirección Belén, desde las 5 de la mañana hasta las 21:53. Una vez en Belén hay que caminar 1,5 km para llegar al centro de la ciudad que es donde se encuentra la basílica.
La Iglesia de la Natividad es un complejo de 12.000 m2 formado por varios edificios, la Basílica que sigue el típico diseño de planta románica, con cinco pasillos, delimitados por sendas filas de columnas corintias que acaban en el ábside oriental donde se encuentra el santuario, a cuyos lados parten unas sinuosas escaleras que conducen hacia la Gruta de la Natividad. El interior de la iglesia está decorado por bellísimos mosaicos dorados que cubren las paredes laterales y el pavimento de estilo romano visible a través de una trampilla existente en el moderno pavimento. El gran iconostasio dorado y una gran colección de lámparas que iluminan las cinco naves son otros elementos decorativos de la misma.
Iglesia de Santa Catalina
Es un templo de estilo gótico renacentista dedicado a Santa Catalina de Alejandría, en la que luce un hermosísimo bajorrelieve, de 3.75 por 4 metros, obra del escultor Czeslaw Dzwigaj, en el que se representa el Árbol de Jesé con un olivo que muestra como el linaje de Cristo desciende desde Abraham a través de San José. Desde esta iglesia el Patriarca Latino de Jerusalén oficia cada año la misa de Medianoche en Nochebuena desde antes de 1852.
Gruta de la Natividad
Como decíamos anteriormente, desde los laterales del altar de la Basílica de la Natividad parten unas sinuosas escaleras que conducen a la Gruta de la Natividad, una cueva subterránea a la propia iglesia que vio nacer a Jesús, un lugar pequeño y angosto de forma casi rectangular enmarcado por paredes irregulares de roca natural, que durante la época bizantina estuvieron revestidas de mármol. A la derecha del altar de esta gruta se encuentra el lugar donde se cree que estaba el Pesebre frente al cual hay un pequeño altarcillo dedicado a los Reyes Magos y próximo al presbiterio se puede visitar el Pozo de los Reyes Magos una cisterna donde se reflejó la luz de la estrella que guiaba a los reyes al lugar donde había nacido el mesías cristiano.
Sobre la Gruta de la Natividad, qué vas a ver.
Bajando unas escaleras en el lateral del Altar Mayor se accede a la Gruta de la Natividad. Incluso a los no creyentes, el momento de la visita a este lugar es estremecedor. Espera importantes colas, sobre todo en épocas como la Navidad. Espera también una sensación de cierta claustrofobia, cuidado si eres sensible a ello.
Dentro de la Gruta, una estrella de plata de 14 puntas marca el lugar exacto en el que nació Jesús, adornada con una inscripción que reza: Hic de Virgine Maria Jesus Christus natus est . La estrella es de nada menos que 1717.
En la Gruta se manifiesta también la tensa paz del status quo que existe en la Iglesia de la Natividad. Fíjate en las lámparas del techo. Seis pertenecen a la iglesia griega, cinco a la armenia y cuatro a la católica romana.
Gruta de San José
Un pequeño túnel que parte de la Gruta de la Natividad nos lleva hasta la Gruta de San José, un espacio transformado en capilla en la que aún se conservan restos de un arco pre-constantiniano que data de los s. I II que demuestra el utilizo de estas grutas en tiempos de Jesús.
Gruta de los Inocentes
A espaldas del altar de la Gruta de San José se abre otra sala subterránea en memoria de los Inocentes que perdieron la vida en la fatídica matanza ordenada por Herodes I el Grande para impedir el nacimiento de Jesús en su interior se pueden contemplar tres arcos excavados en la roca en cuyo interior se podía dar sepultura entre 2 y 5 personas. En una sala adyacente a esta gruta existía un osario común que data de los primeros siglos como demuestran los huesos hallados en este lugar.
Gruta de San Jerónimo
Situada bajo la Iglesia de Santa Catalina y conectada por los túneles a las Grutas anteriores llegamos a la Cueva de San Jerónimo llamada de esta forma por haber dado cobijo al doctor y padre de la iglesia católica.
Reservar visita a Belén y a la Iglesia de la Natividad
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